Es un apasionante reto la búsqueda del mejor talento directivo en el mercado. Hay una pregunta que todo accionista, dueño de negocio o miembros de un Consejo Consultivo de empresa hoy se siguen haciendo: ¿Existe el jefe perfecto? y la respuesta es contundente. Absolutamente, no.
Lo que sí podemos hacer es orientar a nuestros clientes y recomendarles estos 10 tips para cuando redacten el perfil del puesto de coordinador, jefatura o de cualquier nivel directivo. De todo aquél que tenga una autoridad o liderazgo formal dentro de la estructura organizacional de la empresa. Ya que las Áreas de Talento Humano y los Consultores de Empresa, sí nos debemos aproximar al perfil que las empresas buscan. Y desde mi muy particular punto de vista, deben buscar a una persona que lleve a la organización hacia un objetivo compartido para lograr resultados extraordinarios.
El mejor de los candidatos para un puesto así, debe de poseer estas competencias o atributos personales y profesionales:
- Capacidad de influir positivamente y mover para adelante a través de una comunicación abierta, transparente y asertiva.
Esa persona deberá buscar responder a un estilo de dirección más horizontal e integrador. Debe ser un creador de equipos y un coach, con capacidad de escuchar y dar feedback asertivo y sincero. Debe ser una persona carismática, empática, colaborador y con capacidad de unir.
- Visión estratégica.
Buen diseñador e implementador de estrategias para establecer un Plan de Acción. Que aprenda de los errores y no se venza. Que sea prudente y equilibrado con el riesgo. Promotor de la cultura y filosofía de calidad; así como de sus valores corporativos.
- Orientación a resultados sin descuidar clima laboral y respetando a su personal.
La productividad deberá ser una de sus prioridades. La búsqueda para ser más competitivos, reducir costos, y buscar más alternativas innovadoras para generar valor a los clientes, aprovechando mejor sus recursos. Deberá saber gestionar en primer lugar, su tiempo. Y también el de su equipo, sabiendo gestionar las juntas y reuniones; así como su agenda personal. Siendo un ejemplo de respeto hacia los demás.
- Flexibilidad y gestión del cambio.
Que sea proactivo, con capacidad de anticipación, que busque retos a necesidades futuras. Con un estilo flexible y adaptable a distintas situaciones y equipos de trabajo, que disfrute y se divierta en la consecución de objetivos.
- Ejemplaridad y con valores.
La ética, el compromiso, respeto y la confianza son valores que se generan en el día a día, en lo ordinario. El ejemplo hace al líder coach. El liderazgo compartido debe estar basado en la confianza y permitir el desarrollo de las personas de su equipo. Porque las personas son las que conforman a las empresas y juntos en acción lograrán resultados extraordinarios.
- Que disfrute trabajar en equipo.
El líder formal que “hace a través de otros”, ya es cosa del pasado. Ha quedado relegado en pos de un jugador de equipo colaborador. Debe ser consciente que ninguno sabe más que el resto del equipo unido, y que la complejidad de la realidad empresarial hace imposible tener éxito trabajando en solitario o desde una oficina.
- Capacidad analítica y toma de decisiones.
Debe disponer de una alta capacidad analítica como base para una correcta toma de decisiones y su posterior implementación se configuran como elementos clave en el día a día de un buen líder coach.
- Influencia y capacidad para relacionarse.
Por encima de todo, debe tener capacidad de influencia. Siempre han sido fundamentales las habilidades de networking y en este momento cobran un especial protagonismo.
- Gestión de la adversidad.
Es clave la seguridad en sí mismo y saber ponerse un alto nivel de tolerancia a la frustración: tener la ambición de alcanzar más de lo que los otros esperan. Y por supuesto la habilidad para superar y aprender de los errores y el fracaso.
- Innovar en la era digital.
La capacidad para identificar, asumir y liderar los profundos cambios que la innovación está impactando en todos los modelos de negocio.
Escribir